Las definiciones del Juego

Juego ilegal. Es aquel que se desarrolla incumpliendo la ley. Para ofrecer juego online de ámbito estatal es necesario disponer de título habilitante otorgado por la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ). E igualmente, para ofrecer juego presencial en cada CCAA se necesita la aprobación y licencia de cada una de las CCAA.

Cuando un ciudadano accede a un sitio de juego online ilegal puede estar comprometiendo sus fondos, sus datos personales, ser objeto de fraude o engaño, ser sometido a prácticas deshonestas, e incluso puede estar colaborando con organizaciones criminales. Siempre se debe tener en mente la lista de operadores de juego online con licencia.

Juego seguro.   Los operadores con licencia han obtenido título habilitante para el desarrollo de actividades de juego online tras verificarse que cumplían todos los requisitos jurídicos y técnicos establecidos por la Ley para garantizar un juego seguro, es decir, un juego justo, íntegro, fiable y transparente.

De este modo, la participación en juegos sólo resulta segura en los sitios web de los operadores legales, ya que estos proporcionan las siguientes ventajas a los participantes:

1. Establecimiento de reglas de juego claras y transparentes y derecho a ser informado de ellas.

2. Garantía de juego honesto, sin trampas ni estafas.

3. Seguridad en los depósitos, pagos y cobros.

4. Identificación del participante (comprobación de identidad y edad para impedir el acceso a menores).

Los operadores de juego sólo pueden ofrecer las actividades de juego que hayan sido reguladas, estando prohibidas aquellas que no lo hayan sido.

Juego responsable. (O saludable) es la práctica de juegos de azar como forma de entretenimiento y diversión, en la que el participante juega informado de las probabilidades de ganar o perder, apuesta de forma moderada y disfruta la experiencia de juego sin necesidad de asumir riesgos altos.

Existen diferentes niveles de participación de las personas con el juego:

1. Nivel 0. Representa a la gente que no juega.

2. Nivel 1. Son aquellas personas que juegan de manera recreativa sin sufrir consecuencias adversas (Juego saludable, social o recreativo). Amplia mayoría de la población.

3. Nivel 2. Se asocia a una clase de personas con un amplio rango de consecuencias negativas derivadas del juego. Se denomina Juego Problemático o en riesgo.

4. Nivel 3. Incluye a las personas que sufren consecuencias adversas suficientemente importantes para reunir los criterios diagnósticos de Juego Patológico del DSM-IV (APA, 1994).

5. Nivel 4. Incluye a los jugadores que buscan ayuda profesional y comienzan un tratamiento por sus problemas de juego, sin importar el grado de estrés o afectación que estén padeciendo.

Juego problema. Cuando el juego deja de ser un entretenimiento y pasa a ser una necesidad, aumentando las consecuencias negativas derivadas del juego.

Juego patológico. Es un trastorno consistente en la pérdida de control del comportamiento en relación con el juego, con graves consecuencias para las personas y su entorno.

Se considera que una persona tiene una conducta patológica cuando pierde la libertad de decidir si quiere jugar o no, y el juego pasa a ser una necesidad prioritaria, con el consiguiente deterioro de la vida individual, familiar y social, siendo rasgos esenciales del juego patológico los siguientes:

1. Pérdida de control sobre los impulsos de jugar durante un periodo de tiempo continuado.

2. Aumento de la frecuencia de juego y de la cantidad apostada.

3. La preocupación por jugar y obtener dinero para seguir haciéndolo es constante.

4. Las alteraciones de la conducta en relación con el juego continúan aun cuando existen consecuencias adversas.

Mayores 18 años. Una medida de protección que dicta la Ley es la prohibición de jugar a los menores de edad, es decir a los menores de 18 años. Por este motivo, en los lugares de juego presencial se solicitará la presentación del documento acreditativo y en los juegos online durante el proceso de confirmación de la identidad habrá de notificarse la fecha de nacimiento, que el operador constatará fielmente.

Los padres o tutores prestan una gran ayuda para que los menores no accedan al juego:

1. Cerrando las sesiones de juego.

2. Guardando las contraseñas de forma segura.

3. Instalando software preventivo y filtros adecuados en sus ordenadores.

Autoexcluidos. Los operadores de juego ofrecen esta medida para que los jugadores puedan excluirse de la oferta de juego de ese operador, con carácter temporal (periodos de descanso) o indefinido. Pero si deseas autoexcluirte de todos los operadores debes utilizar el RGIAJ. Cada CCAA mantiene un Registro de Autoexcluidos con su normativa y características, pero el Registro a nivel nacional de la DGOJ incluye el juego online.

RGIAJ. En el Registro General de Interdicción de Acceso al Juego, RGIAJ, se inscribe la información necesaria para hacer efectivo el derecho de los ciudadanos a que les sea prohibida la participación en los juegos de azar en que sea necesaria la identificación de los jugadores. Además de los inscritos voluntariamente, también se recoge la información de las personas que por resolución judicial tengan prohibido el acceso al juego o se hallen incapacitadas legalmente. La información de este Registro se facilitara a los operadores de juego con la finalidad de impedir el acceso al juego de las personas inscritas en el mismo. Cada CCAA mantiene un Registro con su normativa específica, pero se mantienen en coordinación con el registro nacional de la DGOJ.

Test de autoevaluación. Existen diferentes medios para saber/reconocer si un jugador tiene problemas con el juego. La manera más sencilla, asequible y anónima es la realización –con toda la sinceridad posible- de un test de autoevaluación de los problemas de adicción.

Algunos son más extensos que otros, aquí te proponemos varios (SOGS, NODS), y en todos los operadores online encontraras el que marca la Ley, que deberás rellenar para modificar al alza los límites de juego (mensuales, semanales o diarios).

Planificar /Controlar. El tiempo y el gasto. Saber de antemano –planificar– el tiempo y el dinero que voy a dedicar al juego como entretenimiento, es la mejor manera de no caer en el juego compulsivo o patológico.

Reclamaciones. Los operadores de juego tienen la obligación de facilitar y atender las quejas y reclamaciones interpuestas por aquellos jugadores que consideren que las actuaciones de los operadores han podido afectar a sus intereses como participantes en los juegos. En caso de que no te atiendan o no estés conforme, puedes recurrir ante la DGOJ aportando toda la documentación de que dispongas.

Auto restricción. Los operadores de juego online suelen facilitar distintas herramientas para que puedas jugar con responsabilidad. La auto exclusión te impide seguir jugando durante un tiempo establecido o indefinidamente hasta que solicites lo contrario. Con la auto restricción consigues no recibir comunicaciones publicitarias, newsletters ni participaciones a eventos por parte de ese operador de juego.

Consejos. Algunos consejos a tener en cuenta:

1. Define un presupuesto dedicado al juego que sea compatible con tus posibilidades económicas y comprométete a no superarlo en ningún caso.

2. No aumentes la frecuencia de juego, disfruta del juego en el tiempo libre del que dispongas.

3. No pidas prestado para poder jugar.

4. No juegues para “recuperar las pérdidas”.

5. Aquí puedes consultar otros consejos

Límites. La Ley de regulación del juego establece unos límites diarios, semanales y mensuales de depósitos cuya ampliación requiere la superación por parte del jugador de un cuestionario de juego responsable, no estando permitido el juego a crédito. Las cantidades son las siguientes:

1. 600€ al día (00:00 a 24:00).

2. 1.500€ a la semana (desde el lunes a las 00:00 hasta el domingo a las 24:00).

3. 3.000€ al mes (Primer día del mes a las 00:00 hasta el último día del mes a las 24:00).

Pero los verdaderos límites los debes de poner tú mismo, según consideres tu presupuesto y tu tiempo de ocio.