Normas de juego responsable:
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Establece un límite de tiempo para jugar y retírate en el plazo que hayas estipulado con antelación independientemente de que estés ganando o perdiendo.
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Espera perder. Las probabilidades de ganar no son mayores que las de perder.
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Establece tus propias reglas personales y ajústate a ellas. No juegues a crédito. No pidas dinero prestado para jugar. Tampoco prestes a otros jugadores.
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Intenta llevar una vida equilibrada. El juego no debe interferir o sustituir a tus amigos, familia, trabajo u otras actividades que consideres interesantes.
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Evita obsesionarte con recuperar el dinero perdido.
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No busques en el juego una forma de escapar de sufrimientos emocionales o físicos.
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Intenta conocer las reglas del juego: cuanto mayor sea tu conocimiento sobre el mismo, podrás tomar mejores decisiones.
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No pienses que dominas el juego: "es sólo una moneda" o "lo tengo todo controlado" no tienen por qué ser pensamientos que se van a cumplir.
La mejor apuesta:
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Si te decides a jugar, debes hacerlo para divertirte. Si el juego deja de ser una agradable actividad, debes preguntarte qué te hace seguir jugando.
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Considera la posibilidad de perder el dinero como el coste de su entretenimiento. Y cualquier ganancia como bonificación.
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Fija un límite de tiempo y de dinero para jugar y no te excedas. Toma una decisión antes de jugar, no sólo en lo que puedes perder, sino en cuanto es el dinero que quieres gastar. No cambies de opinión cuando pierdas.
