La preocupación por el juego, el juego como válvula de escape y la recuperación compulsiva de las cantidades apostadas son las conductas más habituales en los jugadores patológicos. Así, el 93,7% de los jugadores patológicos señalan que piensan en el juego de forma constante, el 90% recurre a él como fórmula para evadir otros problemas, mientras que el 88% reconoce que juega con la esperanza de recuperar el dinero gastado en juegos de azar. Estos porcentajes son del 62,3%, 70,9% y 67,4% en los jugadores con problemas, mientras que para jugadores en riesgo se sitúan en el 37,3%, 32% y 23,2%, respectivamente.
En los jugadores patológicos son también significativas la ruptura de relaciones significativas (72,8%), la tolerancia hacia el juego y la necesidad de jugar cada vez más (65,9%), el malestar por no poder jugar o por jugar menos (70,2%) y las mentiras acerca del juego (62,1%), mientras que uno de cada cuatro reconoce incluso haber realizado actos ilegales asociados a la necesidad compulsiva de jugar.
Fuente: Estudio sobre prevalencia, comportamiento y características de los usuarios de juegos de azar en España 2015. DGOJ